Si bien es cierto que el asesoramiento fiscal para la toma de decisiones empresariales es, quizá, la partida más importante destinada por los empresarios, no debemos perder de vista lo relativo al asesoramiento laboral.
Todo empresario que requiera de la aportación del trabajo de otras personas para el desarrollo y desempeño de su actividad, debe ser consciente de la importancia de contar con un asesoramiento laboral adecuado. El trabajo supone un coste que no sólo implica el salario sino otros conceptos como las cotizaciones a la seguridad social, la formación profesional, los gastos de selección de personal, los gastos en ropa de trabajo, los impuestos relacionados con el empleo, etc… y este coste laboral es un factor determinante de la competitividad empresarial.
Coste laboral que veremos incrementarse en caso de no cumplir o no seguir la normativa vigente en materia laboral y de Seguridad Social, tanto antes de proceder a la contratación de algún empleado, como a la hora de cumplir con las obligaciones exigidas en el transcurso de la relación laboral y de poner fin a la misma.
En Gestoring contamos con abogados laboralistas con más de 10 años de experiencia y que, pese a las reformas o modificaciones, conocen a la perfección esta normativa y su aplicación, tanto en la vida diaria de las empresas como en situaciones excepcionales.
El asesoramiento laboral integral debe llevarse a cabo previo a la contratación de los trabajadores. Es en ese momento donde el empresario tiene que recibir la correcta información relativa a las alternativas de contratación que existen en función de las circunstancias subjetivas del trabajador a contratar, así como objetivas de la actividad a desempeñar.
Estas alternativas de contratación conllevarán diferentes incentivos y bonificaciones que el asesor laboral podrá traducir en un menor o mayor coste laboral; no sólo podrá valorarse la jornada completa o parcial, sino la elección de un contrato en prácticas, o de formación, valorar las necesidades de un periodo de prueba o de una formalidad diferente de contrato en atención a si la actividad lo requiere por volumen o circunstancias excepcionales. Además el contrato tiene unas especificaciones legales que de no cumplirse pudieran conllevar la calificación del mismo como indefinido o en fraude de ley, con las consecuencias indemnizatorias que estos tendrían en caso de conflicto.
Una vez iniciada la relación laboral, existe otro tipo de obligaciones que supondrán un mayor coste en caso de no hacerse correctamente. Principalmente la obligación del empresario como contraprestación al trabajo es la entrega del salario, sin embargo esta no es la única. No podemos olvidar el resto de conceptos a abonar, pagas, vacaciones, y especificaciones del convenio. Además han de gestionarse correctamente el pago de las cuotas de cotización a la Seguridad social, las IT, las maternidades o riesgos por embarazo, las reducciones de jornada etc.
Un mal asesoramiento, o carecer de él, podría suponer que un empresario que tiene a una trabajadora embarazada en un puesto con riesgo, no la reubique y no se beneficie de una reducción del 50% de su cotización, por ejemplo, o no contratar a un interino para sustituir a algún trabajador en IT al no saber que ello supone no pagar la cotización de dicho trabajador.
Por último, es evidente la necesidad de un correcto asesoramiento cuando finaliza la relación laboral, más si cabe cuando es por decisión unilateral del empresario, ya que en otro caso resulta más sencillo al requerirse básicamente el cálculo de finiquito y demás conceptos.
El despido es uno de los hitos laborales que mayor coste le puede suponer a una empresa en caso de no hacerlo correctamente al carecer de un buen asesoramiento previo. No sólo es importante para saber las causas que llevan a él, sino para comunicarlas y cumplir con las formalidades que requiere.
Dependiendo de las causas que lo producen será calificado de objetivo, colectivo o disciplinario, y si se cumplen o no las especificaciones legales se determinará procedente o improcedente, y nulo. Y esta calificación determinará la existencia o no de indemnizaciones que supondrán un coste para el empresario.
Por ejemplo, un despido disciplinario, cuya causa es un incumplimiento grave del trabajador, como indisciplinas, faltas de asistencia, ofensas, etc, deberá ser comunicado por escrito, especificando las causas concretas y la fecha. Si el despido es correcto, no conlleva indemnización. No obstante, si no se ha cumplido con alguna formalidad o no se acreditan los hechos del despido, será declarado como improcedente por un juez y conllevará una indemnización de 33 días por año trabajado hasta un máximo de 24 mensualidades.
Un buen asesoramiento laboral permitirá al empresario dedicarse en exclusiva al desempeño de la actividad y de su empresa, con la tranquilidad de estar cumpliendo en todo momento con la normativa que en materia laboral y de Seguridad Social es exigible lo que conllevará en la medida de lo posible un menor coste laboral.
Para ello, Gestoring se encargará de procurarle un asesoramiento laboral integral, en todas las fases de la relación laboral y en la tramitación y gestión de las comunicaciones y cumplimientos legales con las Administraciones y la Seguridad Social, defendiendo los intereses de sus clientes ante los Tribunales en caso de despido y demás hitos de la materia.